Sacrilegio, girar la perilla.
Y sentir el flujo que arremete contra el ser,
En un armónico y único disparo,
Del que brotan mil hilos de espasmo.
Disipados en caudales turbios,
Son arrastrados firmes por la corriente
Atrás esas noches de falsa pendiente,
Atrás también, insípidos recuerdos.
Sucedidos unos a otros bajo un manto fúnebre,
Se desplazan y amedrentan la corteza vulnerable,
Unos causan quisquilleo; otros se aferran despacio
Mas todos sueltos y humectados, en el halo del viejo fiambre
Ascienden en aros de vapor, mis difuminadas memorias
Han perdido ya el sabor de la dulce melancolía,
Y hoy tan sólo divagan abstractas,
Esperando quizás que en próximas jornadas,
Alguien vuelva a girar el dolor, la perilla.
Redactas demasiado bien, te adoro.
ResponderEliminarJajaja mmm siempre se puede mejora, no crees?
ResponderEliminarYo también
es hermoso :D
ResponderEliminarme encanta como escribes :)
te envidio en ese aspecto :)
nos tenemos que ver pronto, te extraño :(
te quiero mucho :)