Un día nuevo empezó, una página menos en el calendario.
Un típico día verano, el calor sofocante fluye y no encuentra espacios vacíos.
Y sí, la playa está a varios kilómetros de aquí y yo no corro ni vuelo.
Por lo que, he aquí mis únicos recursos: Un vaso de agua que hace las veces de playa y un poco de polvo que finge ser arena.
¿Ven lo que un poco de imaginación puede hacer?
Jaja, a veces huimos de nuestra realidad,
Donde no hay MUERTE ni DESTRUCCIÓN ni MISERIA o HAMBRE.
Donde sólo hay arco iris y conejitos de pascua repartiendo chocolates.
Si, volamos por los aires con peso de pluma,
Pero... siempre hay un momento en el que hay que aterrizar.
Afrontar el día a día no es fácil, pero tampoco imposible.
El vaso de agua se acabó, el calor sofocante ha regresado.
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