sábado, 4 de enero de 2014

Lo que el 2013 se llevó


Advertencia.- Estas líneas pueden ser muy emocionales: No encontrarán resaltadores, oraciones que por lo general no tienen sentido y situaciones entre divertidas y penosas. Es un post normal de una persona que se quedó sin leche por la noche, que escribe con una pantalla rota y que definitivamente necesita lentes nuevos.

El 2013 pasó muy rápido, más de lo que quizás me hubiera gustado pero el tiempo es engañoso y aunque a veces intentemos aferrarnos al reloj, algunas cosas llegan inevitablemente a su fin. ¿Cosas que aprendí? Creo que muchas como, por ejemplo, aprender a amarrarme los pasadores. Y aunque quizás muchos me ataquen con una mirada de desprecio infantil, es un logro para mí. Adiós caídas, adiós esconder mis pasadores dentro de suelas y tobilleras, adiós medusas de colores. Reto 2014: Aprender a leer la hora para no pasar roche. Pero bueno, volviendo al punto y en un súbito arranque por ser emocional acá van mis lecciones del 2013: 

1. Las buenas amistades llegan cuando menos lo esperas.-  Dos semanas de orientación que se convirtieron en cinco meses. Jergas, juergas y kilos de más  me llevaron a conocer personas realmente increíbles. Quién diría que lo que inicio con una bebida, con luces rojas y palabras en idiomas entrecortados se transformaría en un sin fin de salidas, conversaciones, abrazos y muestras del más grande afecto. Me alegro que hayamos sido los patas raros que sobrevivieron todo el semestre a esa gringada chévere y especial al mismo tiempo. 


Extrañaré las tardes de Miraflores que siempre terminaban con algo de comer, llegar a la oficina e irme cuando llegaba Jesús, las noches en el Malecón donde los previos se transformaban en una velada tranquila llena de alcohol, uno que otro serenazgo y lugares incómodos para orinar. Extrañaré San Isidro con el Olivar que jamás terminaré de comprender, con el árbol que siempre me abrazaba en la noches o el murito de la esquina donde perdí mi billetera. Extrañaré también caminar por Juan de Arona, Aquepara, República de Colombia con la compañía de una abuela siempre dispuesta a engreírme y una cabra que nunca dice lo que piensa. Los planes inesperados, la presencia de Avatars que me hacían sentir realmente pequeña, las palabras hispanas emocionales de un duende y la mina de orégano que encontró alguien en su bolsillo. Por el momento he decidido alejarme de esos lugares que me colman de nostalgia pero a la vez de alegría y a ustedes, si llegan a leer esto, sólo les digo gracias. 

2. Para los verdaderos amigos no hay obstáculos posibles.- Pasar a facultad (Me creo chévere) me separó de varias personas a las que estaba acostumbrada a ver todo el día. Distintas carreras, obligaciones, amigos y asociaciones van cortando espacios y cursos en común. Sin embargo, quedan los que siempre estuvieron. Esos que luego de meses (Sí, galleta) aparecen con pucho y encendedor en mano para hablar de la vida. Aprendí también que quienes te quieren no te retienen, limitan o impiden crecer. Por el contrario, son los primeros en empujarte y darte ánimos. Y aunque a veces extrañe a algunos y mi orgullo juegue malas pasadas, debo seguir adelante. Primero, porque si alguien la caga, la cagó. Segundo, porque es mejor quedarse con buenos recuerdos que llenarte de malas vibras. Como dice alguien que conozco:  "Don't cry cos is over, smile cos it happened"

Y aquellos que soportaron mis constantes desaparecidas, mis mensajes sin responder, mis cambios de planes de último minuto, gracias por tener la paciencia para secuestraerme de cuando en cuando y traerme de vuelta con sus palabras. Yo nunca me iré y lo más probable es que me encuentren tendida en mi cama tomando leche de caja, porque la de tarro nunca me vaciló.

3. No cambies por alguien, cambia por ti mismo.- No vendas ideas que tú no crees ni promesas que no puedes cumplir. Fingir ser otra persona por agradarle al resto no funciona. Los cambios efímeros solo te regresan al mismo punto de partida y probablemente, con más pérdidas que ganancias. En lo que respecta a mí, ayer me atacó la idea de dejar de fumar de nuevo así que veremos hasta cuando me dura.

4. No entregues todo por personas que no valoran tu esfuerzo.- Las amistades y relaciones se a construyen de a dos pues el afecto es recíproco y no puedes esperar que las personas permanezcan a tu lado cuando lo único que haces es alejarlas. No puedes perseguir a quien te trata con indiferencia y desprecio, que dispone de tu tiempo cuando es incapaz de ceder el suyo. No puedes maltratar a otras personas y esperar que te escuchen al menor reclamo. Si algo aprendí este año es a contener la respiración, a ponerme en la piel del otro y reemplazar los momentos de furia por una paz profunda y un par de audífonos. Las palabras son marcas en la piel y por ello deben ser empleadas sabiamente. La tolerancia viene con el tiempo y aunque la adrenalina y los ataques luchen por salir, siempre hay formas de mantenerlas al margen.

Este año que se va ha sido un año de cambios, retos, fuertes emociones y muchos viajes. Un ciclo más en la universidarks me asusta pero me motiva a superarme y no defraudar a quienes confían en mí. Siento que estoy creciendo mucho (No en tamaño pero si en corazón). Quizás lo más importante que descubrí este año es que siempre debes ser honesta con tus sentimientos, habla quien por años se guardaba las cosas por miedo (Y eso incluye la mitad de los posts de este blog) Para algunos puede ser intimidante, irritante o aburrido pero para mí es necesario. Si quieres a alguien: díselo, si quieres llorar: hazlo, si ya no puedes más: dilo. Pero nunca te quedes callada. Las emociones son muy traicioneras, pueden alegrarte como hundirte en cuestión de segundos. Como dicen, el que arriesga no gana y creo que ahora logro entender a que se refería esta frase.

Estos son mis humildes balances del 2013, claro que podría agregar muchísimas cosas más pero prefiero no hacerlo. Para el 2014 no tengo predicciones primero porque siempre me gustan las sorpresas y segundo porque así como no sé leer la hora ni atarme los pasadores, los calendarios nunca funcionaron conmigo.