lunes, 23 de noviembre de 2009

Los abetos han perdido su sabor a fresa

Los abetos han perdido su sabor a fresa
Y en su lánguida tristeza, corren lagos de alegría
Se desplazan una a otra en mil pilas de cascadas,
Una mirada infernal a tus ojos de viento

Dichoso el viajante que cae hoy sobre mi puerta,
La campana errante que susurra en el oído,
No les pido pasar, estará siempre abierta,
Al elíxir de olores que emana tu piel de velo.

Muchos vendrán y otros tantos darán la espalda,
Caminaran a tientas, sedientos de luz.
Un tintineo rezagado que camina por el puerto,
Mientras fluye en el velero, el eco de tu adiós.

El zarpar de una goleta que amedrenta las bocinas,
Que se aleja impiadosa bajo brisas de mayo,
Ha perdido el sabor y el color de tus labios,
Se ha escapado el olor mi abeto de fresa.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Descalzas pisadas de un ruiseñor

Sobre la brea fresca camina el ruiseñor,

Dejando las huellas de largas jornadas,

Reprime y empina en su pecho algarabía,

Y canta melodiosas baladas de Mayo.

.

Se mecen sus mantas al compás del viento,

Soplando fulgores en cada portada,

Que tocan y entran sin dar previo aviso,

Y huyen al filtrarse el primer rayo de alba.

.

Un amante nocturno que no busca respuestas,

Mas escapa cortante al llamar de una puerta,

¡Sigue esparciendo tu voz por el mundo!

Sigue dejando almas marchitas,

Que aún no despiertan con tu armónico canto.

ruiseñor

viernes, 6 de noviembre de 2009

9:27 pm.

Hay días en que uno quiere explotar y sí, hoy es un día de esos.
No busco una explicación a tu instinto, todos cometen errores y... nadie es perfecto pero a veces me gustaría retroceder el tiempo y ahorrar tantas palabras, tantos porques, tantos te quiero.

Me gustaría decirte todo lo que siento, gritarlo y dejar de reprimirlo pero, no puedo... es como una coraza que se interpone entre la realidad... y mi mundo mismo, sigo sentada mientras todo gira, los sonidos vienen y van pero yo sigo inmovil.

Quisiera tener el valor suficiente, dejar de huir de mis errores... dejar de perderte.


Pd: Jajaja me es gracioso escribir esto, sabiendo que se quedará en un papel... en simples palabras de cartón... pues a cada intento, siento un nudo en la garganta.

martes, 3 de noviembre de 2009

Campanadas de medianoche

Corre apresurado por los senderos oscuros de una fría noche, buscando llegar a casa. El cielo es oscuro y el tintineo que desprende en gotas de lluvia forma una armonía mágica entre los relieves de su cuerpo mientras su respiración se hace cada vez más pesada e incontrolable.

Emilio corre, pensando que allá lo espera un ambiente cálido, no le importa perderse en las nubes de niebla ni tampoco en la magia que desprende la noche, quiere llegar una vez más a casa. Una
última pisada lo enfrenta cara a cara con la puerta, busca la llave mientras las gotas de sudor se desprenden de sus manos, la encuentra y finalmente, luego de titubear mil y un veces, logra dar con el agujero, un ligero chirrido rompe el silencio nocturno y él, decidido, penetra la habitación.

Se acuesta exhausto sobre el viejo sillón del abuelo, sus flágidas piernas vienen y van en largas y dolorosas campanadas que intensifican el dolor agudo que emana su cuerpo, se arrulla así mismo y prende un cigarrillo para olvidarse y liberarse de esto, de aquello, de todo lo que lo rodea. Las bocanadas de humo suben y bajan por la habitación, la inundan de un cálido aroma que se esconde en cada rincón, meciéndolo en vaivenes de paz.

Un manantial de cenizas se desprende bajo la alfombra y el aire las esparce sin direccion fija formando figuras de tonos y tamaños. Emilio, disfruta el sabor de la última pitada pero algo ha cambiado, sabe a mierda. Nunca estuvo en casa, ni nunca lo estará pues en este mundo de locos vivimos una simple monótonia basada en rutinas y horarios, en comos y porques, corremos sin rumbo fijo... anhelando un refugio... tan solo un simple respiro de aire puro que nos haga abrir los ojos.

Afuera, la noche seguirá avanzando, el mundo seguirá dando vueltas mientras tú sentado vez pasar el tiempo, después de todo no todo es tan perfecto como parece
¿O sí? ¿Tú que dices Emilio?

Escucho una campanada retumbar a lo lejos, no, no es ficción... es tan solo el eco de un ayer hecho pedazos.

Un vaiven de campanas