martes, 3 de noviembre de 2009

Campanadas de medianoche

Corre apresurado por los senderos oscuros de una fría noche, buscando llegar a casa. El cielo es oscuro y el tintineo que desprende en gotas de lluvia forma una armonía mágica entre los relieves de su cuerpo mientras su respiración se hace cada vez más pesada e incontrolable.

Emilio corre, pensando que allá lo espera un ambiente cálido, no le importa perderse en las nubes de niebla ni tampoco en la magia que desprende la noche, quiere llegar una vez más a casa. Una
última pisada lo enfrenta cara a cara con la puerta, busca la llave mientras las gotas de sudor se desprenden de sus manos, la encuentra y finalmente, luego de titubear mil y un veces, logra dar con el agujero, un ligero chirrido rompe el silencio nocturno y él, decidido, penetra la habitación.

Se acuesta exhausto sobre el viejo sillón del abuelo, sus flágidas piernas vienen y van en largas y dolorosas campanadas que intensifican el dolor agudo que emana su cuerpo, se arrulla así mismo y prende un cigarrillo para olvidarse y liberarse de esto, de aquello, de todo lo que lo rodea. Las bocanadas de humo suben y bajan por la habitación, la inundan de un cálido aroma que se esconde en cada rincón, meciéndolo en vaivenes de paz.

Un manantial de cenizas se desprende bajo la alfombra y el aire las esparce sin direccion fija formando figuras de tonos y tamaños. Emilio, disfruta el sabor de la última pitada pero algo ha cambiado, sabe a mierda. Nunca estuvo en casa, ni nunca lo estará pues en este mundo de locos vivimos una simple monótonia basada en rutinas y horarios, en comos y porques, corremos sin rumbo fijo... anhelando un refugio... tan solo un simple respiro de aire puro que nos haga abrir los ojos.

Afuera, la noche seguirá avanzando, el mundo seguirá dando vueltas mientras tú sentado vez pasar el tiempo, después de todo no todo es tan perfecto como parece
¿O sí? ¿Tú que dices Emilio?

Escucho una campanada retumbar a lo lejos, no, no es ficción... es tan solo el eco de un ayer hecho pedazos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario