lunes, 12 de agosto de 2013

Pa la brasa


Entonces diré que ya no sé lo que hago ni lo que digo, que ya me cansé de etiquetar las cosas con nombres innecesarios. Se me ocurre que un día puedo ponerme post-its en todo el cuerpo, ahí les va mi protesta hipster. ¡Dejemos de utilizar nombres para llamar las cosas! Entonces estas líneas no deberían ser escritas en tanto tienen nombres y son identificables. Identifica las palabras, encuentra el sinónimo, el antónimo, la incoherencia. Que la Real Academia Española, que si no la usas entonces no escribas, porque lo que escribes son huevadas. Que el examen de admisión y el 50 por ciento, Marco Aurelio estaría orgulloso. El castellano estándar, el libro de Pinker y las clases de Chirinos con té adelgazante. Las jergas que debes y no debes usar para estar in. Osea dentro, osea traductor google para poner canciones en algún idiomarandom que te hagan ver chevere. No te creas:  La mujer de magia negra baila bajo el lado oscuro de la luna. Porque yo no te puedo decir amixer sin que te rías, porque te ofendes si eres mi casha y te tomo una foto pal feis. Entonces alcánzame la cosa, ayúdame con eso y tirame lo otro para que no te resientas o es que me debes repetir que debo hablar con propiedad? En la mesa no se habla de política, en la mesa se habla de lo que mierda me da la gana. Si al final lo lames, lo acabas o lo tomas ¿Por qué te haces tantos problemas? Me gusta ver como el lenguaje se deforma, como se deforma tu cara cuando hablo a mi manera. Como satisface necesidades que para algunos son precarias. La verdad no tengo hambre pero me comería las palabras y la vomitaría de a poquitos sobre la alfombra de seda que trajiste de los yunaites (¿Va con mayúscula?) Nunca me hicieron sopa de fideos. Una por tu papá, otra por tu mamá y otra por Martha Hildebrant. Vonapetit hermanos. 



Borrador.


El día que inauguraron el tren del pueblo, me llevaste a empujones por las calles vacías, vestida como una niña pequeña que recién aprende a andar. Ponte bonita- me dijiste- que no todos los días se ve al presidente. Pero yo sólo quería dormir. Un sombrero de paño azul hecho a la medida de alguna cabeza extraña y unos zapatos de charol empañados por el tiempo nos llevaron al desierto, allí dónde el sol no descansa y la arena se cuela por cada poro de vida. 

Si Tatita nos mirara desde arriba, estoy segura que soltaría una carcajada. Pero yo no creo en el cielo ni en esas cosas, esas son invenciones de Don Amador. A lo mejor y nos mira desde abajo, desde el centrito de la tierra, a lo mejor y ella es la que me jala los pies todas las noches. Lo juro papaito, yo la siento. Si tan solo estuvieras aquí, le zamparías un manazo y lo dejarías quietecito. El gobierno sólo viene a jodernos- le dirías- y yo podría seguir durmiendo bajo tus manos tibias. Pero él no entiende razones y quizás yo tampoco y creemos que ese tal Hilarión Daza nos llevará a algún lado, allí donde podamos hacer historia. 



viernes, 28 de junio de 2013

Kip



Por las noches, cuando los ronquidos de sus padres inundaban de ecos la habitación, le gustaba escurrirse por las escaleras hasta el último piso de la vieja casona de su infancia y acurrucarse en la esquina del parapeto para ver la ciudad en todo su esplendor. A lo lejos, la catedral lo mecía en sus campañas quietas, en sus ding dong silenciosos y él, que creía haberlo vivido todo, se sentía nuevamente un niño. Muchos dirán que por las noches la ciudad descansa, pero para él siempre estuvo más viva que nunca. Y es que el brillo de la noche arequipeña teñía las cosas de un matiz especial. El árbol no era más un árbol y la calle ya no era sólo arena sino que todo estaba envuelto en una sustancia distinta. Lejos del barullo y de las personas arrastradas por el sonar del reloj, la vida-pensaba- encontraba otro carisma. 

Algunas veces se animaba a salir, envuelto en el calor de sus sábanas azules. Se lanzaba a la calle y a torpetones, con los pies desnudos, ávidos de sentir ese piso nuevo, se movía de un lado a otro meciendo su cuerpo suavemente. De vez en cuando perdía el equilibrio y quedaba tendido en el suelo con la espalda estampada en el frío espeso. Pero no se inmutaba y aprovechaba para ver las estrellas una y otra vez hasta aparecer en las puertas de otros lugares vacíos. Su cuerpo lo manejaba a gusto y antojo, y perdía la memoria de a ratos, 








domingo, 12 de mayo de 2013

El ojo de Gertrudis



No puedo recordar la primera vez que te vi fijamente a los ojos, no dije nada aunque en el fondo moría de miedo, no dije nada aunque tuviera mil y un preguntas en mente. Sólo sé que a aprendí a mirarte, a creer que también me mirabas de la misma manera en la que miro la cuchara de sopa vacía, a pensar que detrás de aquel ojo, de aquel órgano caniquesco y ensangrentado, estaba tu alma. Y cuando la gente me preguntaba sobre ti, sólo atinaba a quedarme en silencio, como si algunas preguntas estuvieran hechas para nunca ser dichas, como si los lentes oscuros pudieran tapar el frío de invierno. 

Y sin embargo, cuantas veces me hubiera gustado tener tu vista, tu tacto, tu piel manchada de laceraciones. Tenerla para ver aunque sea un poco menos, para no sentir tu mirada a la distancia y así negar las cosas que últimamente me arrastran a tu lado. Robarme tu ojo derecho y jugar a las escondidas o ponérmelo debajo del pecho para bañar de realidad la poca verdad que existe en todo esto. Dejar que el moco caiga sobre mis venas tibias, que el ojo se haga piel y con ella sangre. Que extraño es no ver tu ojo desorbitado sobre mi habitación ni arreglarte el flequillo con esa asimetría negativa que tanto usabas para esconderte. Más aún, sentir el peso de aquel bulto carnoso que caía sobre la realidad ciega, lleno de un aire a guardado, a recuerdo de un plato mejor. El paso en falso, el hombro caído, tus ojos chocando en este piso frío y rojo que aún no aprendo a limpiar.



martes, 9 de abril de 2013

El fenómeno de las lágrimas desfasadas

Suele pasarle a la gente que no utiliza dos medias antes de dormir, un famoso fenómeno que ataca de noche, el fenómeno de las lágrimas desfasadas. Consiste en que cuando pasa algo fuerte, feo, brutal, no puedes llorar. De nada sirve apretar los cachetes para que salga una lágrima o cerrar los ojos hasta que se pongan rojos. Nada, señores, nada. El alma seca te avisa desde abajo que hoy no es día de lluvia. Algo ciertamente incómodo en funerales y más aún cuando tu madre busca que te sientas culpable.

Y uno que intenta llorar, en el momento adecuado, para calzar con la situación y simplemente no puede. Insensible-me dijeron a los 12 años mientras el ataúd de mi abuelo bajaba en la tierra, también muerta. No es que no quiera llorar, es que no puedo. Una buena salida ante este tipo de situaciones incómodas es descender la cabeza levemente, llevarte la mano derecha en forma de puño a uno de tus ojos, sobarlo con suavidad cómo si fuera un frasquito con pimienta y hacer sonidos extraños con la nariz/boca para disimular. No es 100% efectivo, pero al menos sirve para distraer a los familiares entrometidos. 

Y sin embargo, dos semanas después aquí me tienen llorando por huevadas sin sentido, mientras mis lágrimas recorren el cinturón de seguridad y yo siento ese pegoteo húmedo en mi brazo. Llorando, porque no me dieron cucharita para el postre, porque perforé mal una de mis hojas y no entra en el pioner, porque se le salió la funda al audífono derecho, porque mi hermano se olvidó de que no comía carne y de que me moría de hambre mientras se tragaba una Bembos en mi cara. Llorando, por algo que pasó hace una semana, quizás un mes, quizás mañana. Pero bueno uno no aprende a llorar, no hay técnica, ni postura, menos tiempo. Uno sólo siente que la vida se va por sus ojos y las palabras surcan las pupilas, cómo un barco balanceándose en medio de una lluvia torrencial. 

Los síntomas secundarios son un dolor de cabeza infernal, extraño si es que nunca te dan dolores de cabeza. Me pregunto que dedos son los que aprietan mi sien en este momento, seguro que no son los míos porque tocan estas teclas.


domingo, 31 de marzo de 2013

Es como una cheese burguer sin queso



La verdad esto comienza a parecer un diario, pero a quien le importa. Terminé bebiendo y fue gracioso, gracioso porque fui a la playa con toda la intención de leer. La verdad no quería ir, pero el deber moral de mis padre fue más fuerte. "Aunque sea anda un día-me dijeron-no puedes quedarte cuatro días sola" (En teoría si puedo, ustedes no comprenden la satisfacción que produce arrojar la ropa por la cosa y no lavar los platos por tres días, la libertad al desnudo) Pero bueno mi culpa pudo más y me vomitó por ahí con todo y zapatos.

No recuerdo cuando fue la última vez que me quedé a dormir en esa casa. Pueden ser dos años o incluso más. Las sábanas celestes con florecitas rosadas han sido sustituidas por un colchón vacío y una puerta inexistente te da la bienvenida a la completa oscuridad. Muchos apuntes para escribir sobre esa infancia, sobre mi yo-veraniego, pero ganas pocas de hilar mis palabras. Tengo cuatro días de alcohol espeso en mi sangre, cuatro días de escuchar música hipnótica y hacer pasitos divertidos. El teke-teke, la limpiada de hombro cuando suena el culimix y la media vuelta sacude duro. "Manual de instrucciones para bailar apropiadamente en una discoteca", "Cómo limpiar la casa en tan solo diez pasos" (Incluye poster de Esto es guerra, porque Combate ya no es bacán) Ayer terminé en una discoteca rara, al menos para mí y encontrarme con tantos conocidos fue divertido. Creo que mis amigas se emocionaron por el hecho de que lo que menos imaginaban era encontrarme ahí.

Hielo en bolsa, whisky, cara de insatisfacción por el nivel de alcohol en mi vaso, el mismo grito estúpido cada vez que suena una canción conocida (Aguanta, esa es MI canción), brillo con brillo que no va, caño enyesado, hamburguesa de doble carne para el camino. Chibolos cojudos y deprimidos que creen que golpeando una puerta los dejarán pasar. (Cholo de mierda, ábreme la puerta) Otros más avezados que desafían la naturaleza trepando la reja y tirándose al suelo duro. (No huevón, no vuelas), en conclusión un espectáculo bonito para mis ojos.

Mientras mi cuerpo bailaba por mí y mis brazos se doblaban una y otra vez (Imagen mental: Fiesta infantil, cajita feliz, juguemos Simon Dice) me di cuenta que algunas veces debes adaptarse a las circunstancias, no toda la gente puede adaptarse a ti. "Es como pedir una cheese burguer sin queso" como estar con amigos y hablarles por celular, como crearte Ask y pedir que no te pregunten huevadas, como ir a provincia y quejarte porque no hay kfc No es que no te guste, es que en el fondo te sientes hater negándolo. No te sientas, sólo has. No restrinjas, sólo disfruta. No puedes estar en un lugar y sentirte chevere porque te ríes de todo el mundo. Eso no te hace chevere, te convierte en un perfecto imbécil. Las risas son buenas, pero el silencio también. Esto parece un spot de Susana Villarán y por un segundo me sentí Paulo Coelho. Ok, no.La risa mental es más divertida cuando no pone en ridículo a la gente que conoces, o a la que dices estimar.

Salimos, hace tiempo no hacía tanto deporte. Caminar sobre tus pasos, ver gente tomarse fotos para el feis, el twitter, para incrementar tu feedback social. Usar Instagram y poner ochenta hashtags para que el mundo se entere que te divertiste (Lo siento, ser tolerante no es cosa de un día) Buscar transporte, caminar en el limbo y sentir la furia de los carros llegando a su destino. Señor, ¿Cómo nos va a cobrar siete soles? Figurita de lámina Huascarán (Porque Amazonas era muy mainstream) Claudia bajando de un puente peatonal en medio de la niebla, con la piel erizada y la conciencia también.


viernes, 29 de marzo de 2013

Será que en tu dolor encuentro placer.



Hoy me desperté en una cama ajena, pero todo me resultó tan familiar. ¿Será acaso que ya no pertenezco a ningún sitio? Últimamente siento que he perdido mi espacio, mi punto de partida, el metro cuadrado del señor de la esquina. Todo es tan temporal que dudo si realmente existo o si soy tan solo un producto de la imaginación de un hombre masturbándose mientras ve Plaza Sésamo. 

El ascensor me baja y me arroja en un intento desesperado por liberarse de aquel peso pesado que no deja de mirarse en el espejo. Mi pie derecho se mueve y yo con él, me despido del señor que está sentado en una silla vieja, leyendo el periódico que hoy no se me antoja comprar. ¿Sabe cómo llego a Salaverry? le pregunto, y me lanzo a la calle. 

Sonidos de construcciones que no quiero oír, algún día viviré en Magdalena. Ningún taxi me quiere llevar, mejor Señor la verdad no tengo dinero. Tampoco documentos, ni celular. Este sería el mejor momento para secuestrarme, nadie se enteraría, nadie me espera en casa. Yo pertenezco a la calle, a los baches de la pista que los carros serpentean, al aroma a playa que flamea en las cocinas, a esa niebla hermosa que me traga a cada paso. 

Mi cuerpo voltea a la derecha, sigue caminando y se siente vivo en esa tierra mía. Antojos en el grifo de la esquina, un olor a gasolina que siempre me gustó cuando íbamos a la playa. Ayer alguien preparó sopa Ajinomen, ayer algo de atún con galletas. ¿Tendrán leche chocolatada con cañita rebelde? ¿Estará helada? No, no, mejor no. Debo comprar leche antes de que se acabe.  

La niebla me absorbe y las cuadras se hacen infinitas. Camino por Rio de Janeiro hasta llegar a Nicaragua. La residencial San Felipe es tan hermosa, como un muerto embalsamado en la urbanidad, cómo esa noche dónde orinaste al pie de las escaleras. Unas señoras se asoman desde el balcón. ¿Nos ves? Estamos moviendo las manos. Sí, aquí arriba, ahí el edificio marrón. Un par de atisbos de silbidos acompañan a mis oídos a través de las cuadras. Si me vas a silbar, sílbame bien pues huevón. El morbo, el quiero pero no tanto. 

Me pregunto si los que viven arriba de Metro escucharán las ofertas todas las noches. Qué bonito vivir en 2x1, en descuentos de pescado cuando yo sólo comeré atún. Cruzo la pista, la gente se mueve despacio, necesito ir al baño pero tengo esperanza de que me llamen temprano. A falta de celular, el teléfono fijo siempre puede sonar. Me subo adelante como siempre y no puedo evitar una gran sonrisa. ¿Habrás guardado tu fotocheck desde ese día? ¿Te intimidaron mis ojos durante el camino? La misma camisa, el mismo pantalón, los mismos botones que te amarran al cansancio, las mismas ojeras de un lunes por la mañana. Miguel Ángel, nos volvemos a ver. He encontrado al fin mi lugar. No necesito que te acuerdes de mí, yo soy feliz viéndote vivo. 

sábado, 23 de febrero de 2013

Mad


Echado en su cama se preguntaba si el dolor acabaría, y si es que lo hiciese alguna vez, que debería sentir.  ¿Qué vendría después de eso? Ni dos, ni tres, ni nada. Las emociones subían y bajaban en  un estado perplejo, mientras el movimiento allá afuera le hacía recordar a una canción que su madre entonaba cuando era pequeño. La soledad en esta habitación vacía, llena de revistas y periódicos viejos, de pinturas que han visto reír y llorar a tantas generaciones. Y afuera, allá, a un paso de la ventana, la realidad asomaba triunfante. Que dispareja realidad la que lo rodeaba, la que lo invitaba a saltar de vez en cuando para no sentirse un cuerpo muerto. ¿Y qué es la carne,al fin y al cabo, cuando el alma se ha escondido en el rincón de lo intangible, allá donde la mano no alcanza y se tuerce putrefacta ante sus ojos? 





viernes, 25 de enero de 2013

Tiroteo al paso


No sé porque a todos les disgusta quemarse como "camioneros", a mi me encanta, podría decir que me fascina eso de tener varios colores en mi piel. Un rayito que no ardió lo suficiente, una manga que el costurero no cortó, un poco de sombra en la misma piel. como un espejo, como un ocaso que recorre poro a poro armoniosamente, que salta entre las rocas de un acné tardio, que bonito es ser un donito con palitodehelado sin sorpresa, nunca me gané la cuatrimoto. 

Pintarse la piel de colores, o el cerebro, o la vida. Sí, quiero ser un camaleón, quiero ser todo pero no soy nada. Un puntito visto desde el satélite, una rayita más en aquel gps, un escupitajo que cae del cielo, lluvia ácida por la noche. (Paris bajo la lluvia) (Lima bajo la lluvia) (Mi cuarto en plena lluvia) Lluvia, camino, paso ligero, zapatillas con agua. Hoy las calles se hicieron más chicas antes mi ojos, hoy la plaza me pareció un puñado de recuerdos y mientras me alejaba en mis pasos sentí que el sol se iba conmigo. 

Los ojos me pesan, por eso los llevo en el bolsillo (¿O acaso no los llevo?) Sé que me harán leer letras raras, formas varias, pixeles comprimidos. ¿Y usted que ve aquí? Yo no veo nada señor, la verdad no sé si veo. Dígame usted ¿Qué es ver realmente? Su diploma mal colgado no sirve de nada, Señor, no sirve. Me dirán, te ha subido la medida y diré que estoy ciega, que realmente no creo ver lo que veo, que no sé si existe. ¿Qué son los sonidos que salen de mi boca? ¿Que son estás formas que escribo? ¿Por qué tienen nombre? Deletrear siempre me dio miedo.Confundiré las letras una y otra vez, veré como el globo aerostático se aleja más y más en la carretera, haremos una sopa de fideos ¿O de letras?, o de fideos que son letras y letras que nacieron para ser fideos. 

Sí, lo entiendo. Tengo que usarlos. Ahora sí, puede retirarse. Comprenda de una vez que los lentes si se rayan. ¿En serio se rayan? ¿Cuando empezaron a rayarse? Cuídelos, échele un poco de agua para verse mejor. Gracias, me hundiré con ellos. 

Rayar los lentes con los colores de la tierra, meterlos en el bolso del infierno ¿Qué pasará adentro de mi bolso? Orgía de objetos corrientes. Rayarlos para ver todo en cuadraditos, rayando el sol, el piso, el papel, la vista. 

Déjame comerte el corazón. 



martes, 15 de enero de 2013

Papeles de tercero de secundaria


Dicen que la primera impresión cuenta y tú me llegas al pincho.

Así de simple.

Acabo de encontrar mi cuaderno de tercero de secundaria y sinceramente, me estoy meando de risa. Verse en el espejo, en las palabras, en la furia, que divertido.

No creo en las coincidencias pero acaba de pasar una muy graciosa. Me estoy riendo sola y quiero prender un pucho. Mi viejo esta molesto porque rompí mis lentes de nuevo y me los tiro en la cama (Gracias padre, a mi también me gusta no ver de lejos) Eso me impulsó a transcribir la primera hoja (31/03/08)


Nada se pierde, todo se transforma (Todo se transforma- Jorge Drexler)

Hay veces en que la amistad deja de ser algo abstracto y se convierte en algo rutinario. Es ahí cuando la luz va a apagándose y el brillo desaparece. Veces en que la gente cambia (Ojo: no para bien) [¿Pero qué es el bien? ¿Existen realmente las personas buenas? ¿Quién delimita lo que creemos?] y pierde su esencia. Siempre me pregunto porque lo hace y he llegado a dos conclusiones:

a) La presión social es como la fuerza (Gracias Montoyita) comprime a la gente y las reduce, haciéndolas irreconocibles.
b) La ansia de superación opaca a las personas. Tanto así, que ser parte de un grupo (s) es un vicio.

Tal vez muchos no concuerden con mi teoría, pues se remonta solo a la observación en mis tiempos libres de recreo. Lo siento, no soy Einstein ni pretendo serlo y tampoco soy un importante (Gracias dj pepe) así que ablaos broer

Otros dirán, yo no soy esa clase de persona, pero puedo apostar todo lo que quiera en mi cochinito negro que inconscientemente lo han hecho. Esa es otra causa de la degradación social. Me incluyo pero en cambio me defino como una especie cuyo cambio o transformación es diferente, una especie con otras expectativas y visiones del futuro.

...

Lo demás, aunque no lo crean, es un teorema matemático que en ese momento creí complicado para explicar la evolución de las personas que empujadas a la presión social terminan estando elevadas a la potencia cero, es decir, se queda solas [Lo único que aprendí en mis clases de matemáticas]. En nuestro lenguaje universitario: tirataffin. Ellas. una persona. Sólo un ente. Sigo pensando exactamente lo mismo aunque podría argumentar muchas otras causas. Hoy día alguien me dijo que no he cambiado, bueno dice que he mejorado, pero sigo complicándome cuando hablo, aún no sé leer la hora y se me derrama la comida.

...

16/04/07

Hoy lo enfrenté
Tuve agallas suficientes para decirle
Lo que me he guardado desde hace tiempo
¿Meterse con la única persona que me quiere?
Me jode que sea así
Racista, superficial & el cree que lo puede todo
¿Qué hay de malo en comer en la cocina?
¿Qué hay de malo en comer con ella?
¿Por qué se mete con mi tía?
Es mi familia, es mi segunda madre.
Me guardo las ganas de llorar
& el otro que se burla, como si fuera gracioso.
No quiero volver
Quiero irme y correr lejos
Pero no puedo, él cree que todos somos inferiores
¿Acaso él es perfecto o supremo?
Él no es nadie
Es un inseguro que cree que maltratando a los demás será mejor
No vale la pena
Gracias por quitarme a lo que más quiero
Gracias por hacerme caso cuando te supliqué
No escupas al cielo porque del cielo te caerá
Y si no te cae, te escupiré yo.

...
Jaja lo gracioso, es que él fue él que me escupió al final. En todos estos años nunca he publicado una cosa sobre él, todo lo que tengo son borradores y leer esto me lleva al momento, al instante en el que empezó todo. Encontré dibujitos (MCR), stickers, frases de crepúsculo (And so the lion fell in love with the lamb [...] What a stupid lamb, what a sick, masochistic lion),  muchas cosas divertidas, personas con las que ya no hablo, personas a las que llegué a conocer más. Tengo un par de cosas más de segundo de secundaria, volver al pasado a veces es bueno.

Seguiré en mi búsqueda. El domingo mientras estaba en mi casa de playa se me vinieron a la mente bastantes recuerdos, creo que el ir después de tres años me puso sensible. Cuando tenga ganas y ordene mis ideas quizás escriba sobre eso.

viernes, 11 de enero de 2013

Reuniones a las que no debería volver.

No pensé escribir dos cosas en el mismo día, o tan seguido. No pensé, porque últimamente pensar me esta haciendo mal. Me encierro en mí misma y eso me duele. Hoy estuve en una reunión de una amiga, acabo de llegar, acabo de hablar con mi madre mientras apestaba a vino.

A ella no le gusta que fume. A mi tampoco. Que vago intento por hablar bien estoy haciendo, pero creo que funciona. Hoy sentí que todo era distinto, que dos años no han pasado en vano. La distancia, las amistades se pierden y se funden en un olor extraño, añejo como el vino. Quise hablar y salieron palabras que no brotaban de mi boca, sílabas tantas, sentimientos pocos.Sé que soy muy exagerada con lo que digo, sé que a  veces internalizo los sentimientos más de lo que debería. Pero sé también que no debería escribir en este momento y por algún motivo extraño que desconozco las tildes salen como debería y las palabras no parecen estar incompletas. Sentí como si fuera un observador, algo ajeno que simplemente mira y no siente. Sentí que las personas corrían de un lado a otro mientras yo las admiraba. Sentí y no dije nada. ¿Dónde quedó la confianza? ¿Dónde quedaron las noches de estudios? ¿O es que quizás nunca existieron? Somos actores en todo en un escenario que no tiene nada, la vida es vacía. Me duele, algo me duele, pero aún no logro descubrir qué. Las abracé, hablé con ellas, pero sentí que no existían que era mi imaginación las que la recreaba y jugaba. Nada, poco en común. Hola, te extraño. En serio lo hago, pero a veces la impotencia es mucha, las palabras son pocas y las ganas aún menores. Quiero hablar contigo, ha pasado mucho en estos últimos meses alucina, muchas cosas que no logró explicar. Una copa, quizás dos, quizás tres para romper el silencio.Nunca aprenderé a bailar. Mañana nos veremos, ¿Alguna vez te he fallado? No, ¿cierto? El día que no me invites un cigarro dejarás de ser mi amiga, en serio.

Palabras que escuchamos y escupimos con el corazón en la boca, palabras que no sabemos porque no soy yo quien las pronuncia verdaderamente si no mi otro yo, que está anclado en la gota de vino que se derrama sobre mi falda. Palabras, sólo palabras, y eso me hace acordar a una tarde lejana en la que mientas tú cocinabas yo cantaba infántilmente. Ahora estás muy lejos y yo finjo llamarte cuando la verdad no aguanto la pena. Mi madre, lejos.


Yo

Echada

Viendo el techo cada vez más oscuro

Admirando mi ceguera, que cada día me arde más


Pensando ¿Y qué pasará mañana? '¿Y qué?  Por qué no dejar que las cosas pasen y dejar de lamentarse por las cosas que fueron y ya no son.

Una observadora

Que mira a lo lejos sin poder mirar, qué esboza a las personas a pulso firme

Una observadora, que salpica con sangre sus palabras vanas mientras los recuerdo la absorben de a pocos y ya no sabe donde está, qué hace, qué hizo, que pasó hace dos años.

Aquí yo, me despido.

La tecnología y yo nunca fuimos buenos amigos




Que la tecnología y yo no nos llevamos tan bien es un hecho, no por nada tengo un record de malograr cámaras, celulares, cosas complejas y otras cosas. Pero hoy día si fue el colmo de todo, por una parte me da demasiada risa, pero por otro me asusta un poco. Pero antes, quiero recordar los últimos acontecimientos en mi oscura vida tecnológica. 


Febrero 2010: Un fin de semana tranquilo, decidí ir a la casa de playa de mis tíos. Como no quería llevar mi cámara, decidí llevar la de mis viejos. Llevé también mi ipod y mi celular y no tuve mejor idea que colocarlos  en el mismo bolsillo donde estaban el shampoo y el recondicionador que me acababa de comprar. Fui inteligente y saqué mi ipod y mi celular apenas llegué pero no tanto para sacar la cámara. Resultado: Mi cuarto despertó oliendo a shampoo y la cámara de mis viejos también. Cuando llegué a Lima, ya que no podía decirles que en la cámara que se acababan de comprar podían bañarse 05 personas, intenté arreglarla. Fui a Polvos Rosados, a Polvos Azules y casi a las Malvinas para encontrar una nueva. Nunca se arregló y nunca pudieron quitarle el olor a rizos definidos a la cámara. Ah sí y en el camino, me quitaron la batería y la memoria (Lo siento papá, los boté porque pensé que no servían) Fin de la historia. 


Mayo 2010: Otro día normal. María Claudia decide bajar las fotos de su cámara a la laptop. Calvin, el perro que por cierto ya no tengo, con sus once meses recién cumplidos decide subirse a mi cama. No me hace caso cuando le digo que no lo haga, pero bueno nunca pude decirle no a esa bolita peluda. Sigo trabajando hasta que Calvin ve una cámara encima de mi cama y no tiene mejor idea que acariciarla con sus lindas y afiladas uñas. Luego de 05 minutos, cuando quería tomarle una foto, me di cuenta que había arañado toda la pantalla. Mi reacción: Putamadre, acabo de malograr la cámara de mis viejos y ahora malogro la mía, no es justo. Tras varios meses de decir que mi cámara no tenía bateria cuando tenía que tomar fotos familiares, llegó mi cumpleaños. Mis tíos, siempre generosos, me dieron mucha propina, propina que utilice sabiamente para ir a Polvos Azules y comprar una casi idéntica y nueva. Mis viejos nunca se dieron cuenta hasta que después de un año les dije, pero mi bolsillo sufrió las consecuencias.

Julio 2010: Mi cumpleaños, 02 de Julio. Estaba en mi cuarto feliz con mi netbook, que por cierto era perfecto para mis manos pequeñas ya que era muy chiquita :) Mis tíos vinieron y mis amigos también, estábamos viendo un video con Camila hasta que no sé por qué se me ocurre coger la punta de la pantalla con mi pulgar y PLUSH. Nunca entendí que le hice a la pantalla y tampoco nunca lo entenderé, esto de la tecnología me complica muchísimo. La cosa es que en mi pantalla aparecieron múltiples líneas de colores, como diciéndome ¡Feliz Cumpleaños! (Por qué carajo las pantallas no son más resistentes) Por supuesto que tuve que decirle a mi viejo. "Hola papá, ahora malogré una laptop". Mi papá, todo bueno él, intentó buscar algún lugar para arreglarla pero no tenía solución. Resultado: Me compraron una notebook nueva. (#godwhy)


Febrero 2011: Mi madre se compadece de mí y decide cambiarme de nextel. Te lo mereces hijita- me dice. Me trajo un modelo de nextel que nadie tenía y me sentí feliz. Era un nextel con slide y con muchas cosas para programarme. Ese sí que no lo malogré, pero me lo robaron de la forma más estúpida. Cachimba emocionada que un día antes de la fiesta de parciales decide comprar su entrada por sus amigos (presión social), cachimba también que perdió su nextel por la culpa de una cajetilla de cigarros muy grande (Malditas promociones de marlboro blue fresh, no me caen), cachimba arrepentida que ya no va a fiestas de universidades.


Julio 2011: Viene el cumpleaños de Claudia, cumple 18 años. Ya es toda una mujer, invitaremos a sus amiguitos, abriremos mucho vino y celebraremos, bueno no sé los bocaditos siempre le hacen bien al estómago (Empanaditas de pastipan que me encantan). ¿Qué quiere Claudia por su cumpleaños? En verdad no quería nada, no pedí nada, me aburre. Pero mi mamá pensó "Claudia lleva incomunicada un mes, tengo que stalkearla de alguna manera, le compraré un nuevo celular" Y claro, no se le ocurrió mejor idea que regalarme el nextel que me acababan de robar (Sí ese con internet que nunca programé, slide y teclas por todas partes) Obviamente lo agradecí mientras interiormente me lamentaba por mi madre (Me conozco, en el fondo). Con el celular todo bien, hasta que un día también mágicamente dejó de prender (Habían pasado dos meses)

Le dije a mi madre que no tenía idea de lo que pasaba, yo estaba feliz y ahora resulta que mi celular se malograba de nuevo. Lo llevaron al técnico, lo abrieron, encontraron agua adentro. (Memoria fugaz: Algún buen amigo me derramó pisco en el celular) Gracias madre, ya no quiero nextel. Discúlpame, por favor. Fin de la historia.

Septiembre 2011: Claudia quiere tener blackberry, ya no se puede comunicar con nadie (Mi madre tiene RPM y a ella si intento llamarla) Estar incomunicada por otro mes es chevere, pero como soy impuntual mis salidas siempre se cancelan. Le dije a mi padre que el blackberry estaba muy barato si lo sacabas con plan universitario. Fui a comprarlo exactamente el 31 de Setiembre (Me acuerdo clarísimo porque es cumpleaños de una buena amiga del cole) llegué al cumpleaños y le conté a mis amigas que ahora tenía blackberry. No crean que me dijeron "Pasame tu bbpin huevona'" (No, eso no pasa en mi caso) Se rieron y me dijeron "Te va a durar un mes". Les dije que no, que esta vez lo cuidaría, que en serio me duraría. Y bueno no mentí, hoy Enero del 2013 lo sigo teniendo, claro que no en tan buenas condiciones como lo compré (En las imágenes todo se ve mejor) Digamos que, (1) ya no tengo cases porque soy muy ansiosa y todos los muerdo, (2) el botoncito de silencio se salió (Gabriel dice que es normal que se salga porque se usa mucho, así que justificaré eso), (3) Mis teclas dejaron de funcionar por un mes y medio (No podía utilizar la "A" ni la "Q" por lo que escribía con K todo y hasta ahorita la tecla ALT no funciona bien por lo que si ven a una persona apretando con lapiceros o con toda su fuerza las teclas, seguramente soy yo), (4) No necesito Instagram, mi cámara puede hacer efectos muy borrosos por sí misma (5) La cosita para cargar se salió hace dos semanas (Estuve incomunicada de nuevo #win :)) hasta que mi padre decidió arreglarlo por el bien de nuestra relación. Hoy, 11 de Enero (#badluckmariah) se malogró de nuevo. Lo llamé y le comuniqué las tristes noticias, ya se imagen (Eres una irresponsable, cuida tus cosas, cómo fkbksrjbgf# se va a salir si ya lo arreglé, "enlacasahblamos"). JURO QUE NO HICE NADA, la tecnología me odia.


Febrero 2012: Mis clases de portugués recién habían comenzado, como regresaba tarde lo primero que hacía era prender el televisor, ver alguna película o colocar mi disco completo con todas las canciones de los Beatles y dar vueltas en mi cama. Todo bien hasta ahí, era feliz cantando y viendo las noticias deprimentes de todos los días (Tantas muertes te quitan los sentimientos) hasta que un día llegué a mi hogar, prendí el televisor y todo lo que escuché eran sonidos. Al principio fue divertido, cerraba los ojos e intentaba imaginarme todo (¿Cómo serían las muertes? ¿Qué pasaría en casi ángeles? (Ok, lo admito, me encanta) hasta que los canales se me hicieron confusos, no pude poner más discos de músicas y todo se resumió en una profunda oscuridad. Le dije a mis padres, en serio esta vez no tuve la culpa de nada (Generalmente sólo veo televisión en las noches, ya que llego tarde clases o en las mañanas antes de salir) Obviamente, no me creyeron. (Tienes buenas razones) Estuve sin televisor 9? 10? meses, hasta que en Diciembre se compadecieron de mí y me compraron uno. Ahora tengo un smart tv (No sé que tiene de smart porque aún no tengo el adaptador de Internet) y créanme, nos llevamos bien. Es lindo, sólo que a veces se prende de noche cuando dejo el blu-ray prendio e interrumpe mis sueños. Espero que seamos buenos amigos.


Mayo 2012: ¿Se acuerdan de mi notebook nueva? Sí, la que tenía una pantalla muy grande y teclado numérico. La que no entra en ningún lado y me encanta, pero ya no la puedo llevar a la universidá porque me hace doler la espalda y porque además, sólo le falta un cartero enorme en letras imprenta que diga ROBAME (Yo y mi costumbre de intentar trasladar todo en mis viajes interprovinciales diarios) Bueno, también dejó de prender. Me estuve atormentando y preguntando ¿Ahora qué chucha hice? Mi padre molesto se la llevó ¡Carajo Claudia, aprende a cuidar tus cosas! Mi laptop regresó con un diagnóstico clínico una semana después: Le había caído leche que al entrar al disco duro, lo había dañado. ¿Leche? ¿Cómo le puede entrar leche a una laptop? Bueno, lo mismo me preguntaba hasta que me acordé de mi sagrado hábito de tomar leche caliente con tostadas en la tarde. Mi laptop llegó finalmente arreglada y con un disco duro mucho más amplio después, claro que me prohibieron tomar leche en mi cuarto y que de paso mi gran técnico "de confianza" borró de casualidad la mitad de mi música. Cosas que pasan dicen, yo no les creo.

Hay muchas otras que podría añadir a la lista como la Canon que misteriosamente desapareció de mi cuarto o el ipod que se quedó en el colegio, detalles como mi yo contradictorio que quiere y no quiere estar incomunicada al mismo tiempo (La otra vez me enteré que algunos de mis amigos piensan que ya no tengo blackberry, ¡Es mentira! Si lo tengo, lo prendí ayer ;)), personas que se quejan porque nunca pueden ubicarme, mensajes leídos que no son respondidos. Yo.

Pero hoy pasó lo peor, o no sé si peor pero no me lo esperaba y debo admitir que fue muy gracioso. Primero, el wifi dejó de funcionar (Carlitos y yo no podíamos conectarnos, mi ipod tampoco). Hasta ahí todo bien, total aún la computadora grande funcionaba. Ayer entré y tuve que lidiar con una lentitud impresionante pero hermosa. Mis canciones se desconfiguraron y una de Spector parecía más balada de la hora del lonchesito que indie, yo estaba feliz :) Hoy entré de nuevo, para ver algunas noticias (Eso de no tener internet frustra mis intentos de reportera), me paré a cocinar algo de comer (últimamente me alimento de atún) y regresé para responder a un par de persona, cuando me di con la sorpresa que la PC ya no prendía. Osea, uso esa computadora una vez cada dos meses (Si no es más), nunca la toco, no tengo contacto visual/físico/telepático con esa maldita máquina y justo, Justo, JUSTO cuando yo la uso se le ocurre malograrse. Claro, estaba viejita, ya no servía mucho peor ¿Por qué a mí? 

La tecnología es una extensión del cuerpo humano, pero en este caso no creo que sea ni extensión ni que estemos hablando precisamente de mi cuerpo. Empiezo a considerar que nos llevamos mal o que mis amigas tenían razón. Pero aunque lo deseo mucho, mis viejos ya se cansaron de que este incomunicada, de llamar a la amiga de la amiga de Claudia para saber si está viva, así que lo más seguro es que si no se arregla tenga un nuevo celular dentro de poco (También quiero). Supongo que tendré que amarrarmelo que comprarme un case anti agua o simplemente prestarle más atención.

Por ahora no tengo Internet, la computadora principal murió, tampoco tengo blackberry pero si teléfono fijo (que se malogra de vez en cuando). Un respiro y un par de capítulos de Game of Thrones que todo lo pueden arreglar, me estoy riendo mucho mientras la gente de cabinas me mira muy raro. Ahora que quiero leer noticias, iré a comprar todos los periódicos. Creo que extraño mucho eso, así como hacer todos los crucigramas.


Adeu.