jueves, 27 de septiembre de 2012

Chuculum a la izquierda

Es innegable el uso recurrente que han tenido los animales en la literatura, los medios de comunicación y la vida en sí. Desde el lobo pedófilo de la Caperucita Roja, pasando por los tres chanchitos con obesidad mordida y frustración de arquitectos hasta el raro y comestible barney el dinosaurio, lo cierto es que todo estos personajes de alguna forma u otra han influido y marcado nuestra infancia. (Y si no, declarate infeliz) A pesar de que en la actualidad, considero, que el paradigma del animal perfecto [De colores, olores y muchos sabores] se ha transformado hasta adquirir panoramas donde la creatividad y las sustancias radioactivos no son distinguibles, la figura animalesca sigue estando en los ojos y bocas de todos [Nada de zoofilia aquí, por favor] 

Hoy mientras conversaba con algunos amigos, nos dimos cuenta de que su presencia ha trascendido el plano infantil y ha incursionado fuertemente en la música, y en ella, en el famoso y últimamente oxidado reggaeton. Creo que es algo obvio por sí solo y quizás el argumento caiga por su propio peso pero lo cierto es que muchas de las canciones que sandungueas, choquehueseas y disfrutas mientras tu columna adquiere nuevamente la postura de un astrolopithecus (Quien sabe si ellos fueron los primeros bellacos, ahora que está de moda la onda retro) tienen un zoológico dentro. 

La construcción del género a través de la música es sumamente interesante, la presencia de estereotipos tradicionales  contrasta con un estilo de música que se declara como urbano y nuevo (Aunque mi viejo jure que se sabe todas las canciones de perreo) y esto lo evidencian las letras que coreamos de memoria. La mujer sigue siendo vista como un objeto sexual y ciertamente multifuncional (Sí, te chupa, te lame y te besa al mismo tiempo) y muy elástica (Se pone en cuatro, le da hasta el piso y la rompe completa). Basta escuchar algunas canciones como Gata Celosa, Gata Fiera, Agresivo, Perra Palga, El conejito, La Vampiresa, La potrona o el inolvidable Chuclum (Reviéntale el buche, toma!) por citar algunos ejemplos.

Me gustaría poder escribir un poco más sobre esto o analizar canciones pero tengo que admitir que mi cultura reggaetonera anda medio olvidada. Así que amigo (a), bandolera o bandolero, si te gusta el saoco, el perreo intenso (Y con presa) ayúdame pes, yo pongo las chelas y hasta que duré el yoki yoki..

Los dejo con mi canción favorita:





domingo, 23 de septiembre de 2012

Euforia lejana

"No quiero conocer a nadie. Quiero salir a ver la calle"

Que bonito es todo esto, la fotografía perdida de una euforia lejana. Como una instante grabado, la extensión de un cuerpo desvencijado por el tiempo que aparece reluciente en un lente empañado. Cuanto pueden decir las palabras, las manos atrás de la espalda y el caminar apresurado. (Dicen que camino gracioso, yo les creo). La postura, "mitad despierto, mitad dormido" los ojos mudos, oídos abiertos.

Las risas aterrizan de ambos flancos, yo me vendo por un poco de acelga mientras veo las caras tristes por la partida, barrigas relucientes y fotogenicas. Señale aquí, palpe acá. Yo nunca sé si podré verlos de nuevo. Me recuesto en tu vientre y es como si todo sonriera de nuevo. ¿Sabes? Soy un pequeño niño al que nunca le sacaron las caries. En mis piñatas nunca hubo dulces, ni globos, ni serpentinas. No, nada de eso. Al menos no que recuerde, al menos las cajitas felices no me saben a ti. 

La mañana arranca temprano, me come de a pocos. El desayuno se enfría, la madre grita por dios y por todos los santos que no conoce. Posiciones fetales que quedan constreñidas al borde de la cama, el primer paso sobre la luna, cinco minutos de fama y diez de olvido. Un ovillo de lana garfieldsiano. Medias sucias que se pierden bajo las piernas, teorías conspirativas de objetos que desaparecen para reaparecer. Últimamente me gusta dormir con la misma ropa, leve negación del pasado, mismo olor a pediatría. Me babeas la espalda, el codo, la mano de peluche sin relleno.

Hablando en serio, todos ustedes amanecen muertos, son de colores. Imagino que se rinden a placeres sexuales cuando las luces están apagadas. Digamos que un sentido personalista, autoritario, paternalista y todas las listas de palabras raras que se me ocurren cuando paso la puerta. Rabia de algodón.

Sus dientes se perdieron bajo mi ombligo, mis llaves en algún lugar lejano  (Candado roto).
Mis ojos tienen luces direccionales, nunca aprenderé a manejar.  
En un microscopio electrónico te veo mejor. 

Ser parte, lo tuyo es punto y aparte. Mirada seductora, diente torcido (En serio, debo ir al dentista). No, lo tuyo no es nada. Son tan solo puntos suspensivos, cadena de puntos, polímeros y aminoácidos, homicidios ortográficos secuenciales. Tirar una piedrita en el papel y splaf, splaf... que salte como en la lluvia... vuelve a sonar y cae. Así es lo tuyo, nunca aterriza. Nunca aterrizas. 

Ajá, pero claro obvio que lo entiendo. Y Lacan y Foucault, cuando la vida es más sencilla. Sí, perfectamente, nombres raros, largos y cumbrascosos (Y Linton y Earnshaw y o eras muy puta Catherine o no tenías identidad,) Lo que pasa es que todo da vueltas, es como si algo estuviera al revés, como el transportador que no apareció en mi examen de estadística, como si el moldimix hubiera dejado de pegar. La negación puede también ser aceptación, los días rojos y las promociones ideologizadas. Cerrar puertas y romper ventanas, siempre encuentras una forma de entrar. Sí y claro, los enfermos nunca terminamos ni terminaremos de curar ¿Hipocondría espiritual? Siempre quise aprender a tocar violin. 

La noche se cierra, el hambre es una armonía mortal, el mismo vaso de leche caliente que no sabe, la misma cuchara que se hunde en el paladar (Película asesina: Torturas con el vaso de leche) Sus palabras son ya muy distintas, sus risas un eco leve que causa cosquilleo en la profundidad de las costillas. Todo esto carece de sentido, ¿Profesor de lógica, por qué no me jaló? Un brindis y un regalo, un adiós y una pitada. La cama nos hacía una invitación. Secuela de la primera mirada seductora. Ponle like huevona. 





viernes, 21 de septiembre de 2012

Intervalo absoluto

La casa siempre te recibe vacía, el teléfono nunca suena y ahora ya nada te aqueja. Los sonidos duermen tranquilos al costado de la cama, todo esto es una mentira.



domingo, 2 de septiembre de 2012

Manual de instrucciones

Manual de instrucciones para no quererte,
Para cerrar los ojos cuando pasas a lo lejos
Para pensar que no existes cuando palpitas ahí presente 

Manual de instrucciones para no quererte, 
Para dejar de escribir palabras estúpidas que solo guardan sentido en tu nombre
Para que te alejes un poco más de lo que ya estás 

Desnutrición ilusoria, lo único que jode es que aparezcas en cada lugar donde intento no verte. En cada lugar, no sé si coincidencia o tortura providencial. A veces me parece que son ambos los que se funden, a veces me parece, pero yo ya perdí el sentido de las cosas. Una vez por semana, la incomodidad afloja tras un vaso, quizás dos, tras un hálito de humo, una tormenta mística. La misma historia, el mismo retorno, el espíritu nervioso que se acerca despacio, hace frío sin ti pero también contigo. Aún no sé que buscas, aún no sé que busco pero mantengo la esperanza, uno nunca se equivoca.

Y en el hipotético caso que todo se desvanezca, solo te pido que me dejes escribir.