jueves, 29 de enero de 2015

Mi cita ideal

Esto lo escribí hace unos quince días, pero Rosatel y sus promociones que no entiendo me traen de vuelta por acá.

Hoy día estuve pensando en las citas, es decir cómo sería mi cita ideal. De por sí, he de admitir que aunque soy una persona muy romántica me inclino por otra clase de situaciones más bien bizarras. No me gustan las flores porque me aterra la idea de que alguien me envíe algo medio muerto en un ataúd blanco (O generalmente blanco) y los chocolates en exceso me causan alergia. Tampoco soy de esas personas que acepta fácilmente una cita en un lugar de pastas y una vela cuyo calor probablemente te hace sudar las axilas (Felizmente no tengo ese problema, pero me imagino que puede ocurrir) No soy tan fan de las películas románticas pero tampoco cedo a las películas de terror o de múltiples muertes (Una vez a alguien se le ocurrió poner Black Diamond y a los diez minutos tuve que rogar por un cambio) En fin, creo que no encajaría fácilmente dentro del prototipo de citas.

No se preocupen, si tengo corazónY creo que incluso muy grande para mi cuerpo.  #DramasFamiliares Es probable que llore más que todos ustedes juntos o que trate de bien a las personas de vez en cuando. Pero no, jamás escribiría mi nombre en un árbol, haría un vídeo público o permitiría que me regalen un oso gigante de esos que te ahogan mientras duermes. Agradecería ir por makis y esperar a que alguien me dedique Hoy voy a beber.  Por tanto, para mí, una cita ideal consistiría en ir a comer helado payasito a Miraflores mientras extraigo lentamente las lentejitas Donofrio que cuelgan de su cara y me mancho con helado la boca, rogando porque un señor se acerque y tenga la amabilidad de alcanzarme una servilleta o dos.  Me gustaría que me regalen una hoja de un libro, sería más gracioso que sea de un libro porno. Pero sólo una hoja, porque sino se pierde el gusto o adivino el final. Puntos menos si es de un libro de Coelho, más puntos si esa hoja viene acompañada de un encendedor. No señor, no tengo tarjeta bonus. Conmigo no funcionan los 3 x 2. Sí, sí quiero donar mis céntimos para que no me mire con esa cara. Quizás también algo que ya no pueda usar como un yo-yo sin hilo, un crucigrama resuelto o una llave partida por la mitad. Así me preguntaría por las pelotitas de jazz del patio de mi tía, por la persona que llenó tantos recuadros y se fue por las esquinas o qué abriría esa puerta que hoy no puede ser abierta en el danzar eterno de los dedos de mi mano derecha. Hacer todo un recorrido en micro con alguien, pasear en carro a todo volumen o sólo caminar hasta que me salgan ampollas en el pie. 

Debería haber una botella de vino, siempre una botella de vino. Puede ser también una caja, de preferencia que sea vino gato. Por favor, sin Kola Inglesa. Me parece la combinación más vomitiva, y eso que conozco muchas. ¿Alguien dijo mayonesa con puré? Podríamos ver vídeos en youtube de cómo abrir botellas de vino con la suela del zapato, con el uñero del pie (Quizás algo asqueroso, a quién le importa) o con la esquina de la gafa morada. Un encendedor de cincuenta céntimos de esos que demoran en prender y que cuando prenden hacen salir humo de tus cejas y algunas hormigas en el grass que se camuflan fácilmente para aparecer a la luz de tu cuarto mientras intentas ponerte la pijama de siempre y sientes algo subir por tu talón. Para sellar el momento podría aceptar un selfie impresentable y añadir hashtags como #Instalike #Tapsforlike #ClapsCosYouSuck #ClapsForALapDance #IggersPeru #LaterPostSexPic #Love #PerfectCouple #GonnaGetMarrySoon #AlwaysTogetherNeverApart #Tinder #YoullBeThePrinceAndIllBeThePrincessItIsaLoveStoryBabyJustSayYEs

La razón es que lo hermoso está en lo espontáneo y lo espontáneo me devuelve la fe en las casualidades, en el amor a primera vista (Que siempre afirmaré, existe) y en Shakira con el pelo negro. Pies descalzos, lávate los pies. Yo sé cuidar mi cuerpo, inspección de la enfermera del colegio para revisar la cabeza de los niños mientras resuelven ejercicios de matemáticas y reciben sobrecitos de Nopucid 10. Ver una película, prender un cigarro al revés, leer un libro, tener amigdalitis, no tener ya nada, tomar un café, dibujar cosas con el borde posterior de la cuchara del café, derramar el café, tomar sopa maruchan en la puerta de un grifo, caminar en pijama, perder tu DNI.

La próxima vez que planeen una cita, no piensen en cuánto han de gastar o qué es lo ideal. Las películas románticas son una sugerencia, no una norma. Las cadenas de plata no te unen a otra persona, los anillos no te casan, los tatuajes no te afirman (Más si recién van una semana...). No digo que no sean formas de expresar el amor, pero hay tantas otras que a veces me gustaría pedirle al mundo un poco más de creatividad. Pueden empezar con 100 películas sobre Zombies, diez formas creativas para usar una tapa de cerveza Cusqueña Trigo (Lo siento, he desarrollado una obsesión por esa cerveza) o cualquier otro manual de Buzzfeed. Exigete, innova, cambia, UPC.  No tengo Ipad. Xilofón. 

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