jueves, 12 de enero de 2012

Pasadores de antaño

Me causa cierta gracia la gente que planifica todo en su vida... una cita por aquí, un horario reducido por acá y estoy segura que acá a 10 años estaré exactamente en aquel lugar haciendo esto mientras alguien debe amarrarme los pasadores porque solo tengo mente para sumas estúpidas y palabras que nunca volveré a usar en mi vida.

Si, algunas personas pensarán que mi resentimiento por nunca aprender a amarrarme los pasadores (bien) está emergiendo cual fantasma en mi memoria. Y si bueno, porque no admitirlo, no congeniamos bien. No me gustan por la sencilla razón de que me amarran a algo, me forzan a usarlos de una sola manera cual conejito de pascua (Orejita por aquí, orejita más allá y ojeras por la mañana)y toman de rehén a mis lindos pasos mientras mi pies revolotean desesperadamente por ser libres.

Camina derecho
RECTO
Y no te desvíes
Como mis ideas en este momento

Camina con las garras apretadas mientras dos sogas medusoides se ríen de tu triste fragilidad humana para ser capturada. Caminar resignado a la horca, meciéndote cual péndulo que solo espera la muerte final, el último golpe en seco que te libere del dolor.... Si, son dilemas diarios que aparecen en mis largas caminatas mientras alguien me jala de las orejas y me arrastra por pisos que no son los míos. ¿Y qué? Es divertido tropezar por la vida, ir en zig zag y probar de todo un poco a jugar recto... así escuchas el mismo discurso que te enumera razone (Comas, puntos, bacilococos y una maestría en algo quizás inservible) de por qué deberías cortarte las colitas o al menos amarrarlas disimuladamente allá arribita.

A mi me gusta caerme, reprimir el aire antes de tocar el suelo e ir al cielo en menos de un segundo. Pero no me gusta planear las cosas (No, de ninguna manera) y a veces no reprimo y solo grito mientras me río junto al piso. Las caídas son buenas, sobre todo si te ayudan a aprender que no todo es perfecto y que a veces es más divertido burlarte de tus errores que hundirte en ellos. Por eso no me gusta planear tanto las cosas.... así como no me gustan los mapas, el sudoku, las línea rectas o las rayitas de zebra que encuentro de tanto en tanto en las calles y me causan un complejo animal entretenido.

Me gusta más bien dibujar mis propias líneas aunque carezca de pulso

Borrarlas si es necesario... así conservo lo espontáneo... tampoco me gusta escribir de corrido...

- Nos encontraremos algún día si así lo quiere mi economía
- Un policía paró a mi unicornio por un par de autógrafos mágicos, por eso llegué tarde.
- No me gustar usar reloj porque mi complejo de robot aumenta.
- Los conejitos han armado un complot en mi contra, no puedo moverme y eso me impide acompañarte a tu destino.

Son cosas que pasan por mi mente y suelen ser estúpidas pero encuentran sentido en mi cabeza.

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